Todo parte cuando nos conocimos en una popular sala del chat de Ares.
Yo tenía una pareja “cibernética” pero en el momento en que nos presentaron todo se hizo nada ¡me gusto! Dios, no podía creer tanta dulzura y ternura en alguien, nos atrajimos desde el primer momento, ahí comenzamos a ser amigos, muy buenos amigos pero ambos queríamos algo más.
Deje a la persona con la que estaba y después de algún tiempo le propuse que estuviera conmigo. Ella accedió y ahí fueron los momentos más lindos que he tenido, me enamoré ciegamente de ella, la veía como alguien tan perfecta.
Pero, por problemas de la universidad, ella no tenía mucho tiempo, empezó a dejar a relación de lado y el dolor se apoderaba de mí, no lo aguantaba, sentía que todo se desmoronaba a mi alrededor.
La engañe… Se enteró por terceras personas, me odió, habló mal de mí, y ahí me di cuenta de que sí era importante para ella, que no era un capricho y con la persona que la había engañado no era feliz, la veía más como una amiga, solo se confundieron los sentimientos.
Y la volví a buscar. Fueron dos meses largos tratando de hacerla ver que sí había cambiado, que no la volvería a engañar, que la amaba…
Me dio una segunda oportunidad. Todo iba de maravilla, hasta que se terminó diciembre y me iba al campo, donde no hay Internet. Nos separaríamos de nuestro cibermundo, pero nos comunicábamos de otra forma, por teléfono. Hasta que de nuevo me empezó a dejar de lado. No miento al decir que la llamaba todos los días, que pensaba en ella, que el pecho se me oprimía cuando no sabía noticias de ella, que mis noches eran un infierno, no podía dormir, me desvelaba, no estaba tranquilo al no estar con ella de ninguna manera…
Se lo dije y aprendimos de ese error. Desde ahí la relación se volvió aún mejor. Nos complementamos mucho, nos amábamos como nunca antes lo habíamos hecho, era una relación envidiada a los ojos de los demás. La ternura, comprensión, amor, sinceridad se apoderaba de nosotros cada día, hasta el viernes pasado que tuvimos una pelea y dejó de hablarme, no entiende que lo hago por el bien de los dos, ella sabe que nunca haría algo para perjudicarla, que velo por ella todos los días, que mis ojos son ella, pero ¿porque es así?
¿Por qué no escucha razones? ¿Por qué me dejas con este dolor siempre? ¿Sabes que muero de apoco? ¿Sabes que mi corazón se oprime cada vez que pienso en ti? ¿Que las lagrimas brotan como el agua en el océano?
No se que hacer si volver a planteártelo o sólo hacer vista gorda a esto.
Pero nos hemos acercado cada vez más… Fuiste la primera mujer en mi vida y eso te hace aun mas importante para mi, y eso también hace que el dolor sea aun mas grande, no se como describir lo que estoy sintiendo, solo se que ahora escribo con una angustia que me supera y con mis ojos llenos de lagrimas que no quiero dejar salir…
Te amo mucho más de lo que te llegarás a imaginar.
Por: Anonimo
Yo tenía una pareja “cibernética” pero en el momento en que nos presentaron todo se hizo nada ¡me gusto! Dios, no podía creer tanta dulzura y ternura en alguien, nos atrajimos desde el primer momento, ahí comenzamos a ser amigos, muy buenos amigos pero ambos queríamos algo más.
Deje a la persona con la que estaba y después de algún tiempo le propuse que estuviera conmigo. Ella accedió y ahí fueron los momentos más lindos que he tenido, me enamoré ciegamente de ella, la veía como alguien tan perfecta.
Pero, por problemas de la universidad, ella no tenía mucho tiempo, empezó a dejar a relación de lado y el dolor se apoderaba de mí, no lo aguantaba, sentía que todo se desmoronaba a mi alrededor.
La engañe… Se enteró por terceras personas, me odió, habló mal de mí, y ahí me di cuenta de que sí era importante para ella, que no era un capricho y con la persona que la había engañado no era feliz, la veía más como una amiga, solo se confundieron los sentimientos.
Y la volví a buscar. Fueron dos meses largos tratando de hacerla ver que sí había cambiado, que no la volvería a engañar, que la amaba…
Me dio una segunda oportunidad. Todo iba de maravilla, hasta que se terminó diciembre y me iba al campo, donde no hay Internet. Nos separaríamos de nuestro cibermundo, pero nos comunicábamos de otra forma, por teléfono. Hasta que de nuevo me empezó a dejar de lado. No miento al decir que la llamaba todos los días, que pensaba en ella, que el pecho se me oprimía cuando no sabía noticias de ella, que mis noches eran un infierno, no podía dormir, me desvelaba, no estaba tranquilo al no estar con ella de ninguna manera…
Se lo dije y aprendimos de ese error. Desde ahí la relación se volvió aún mejor. Nos complementamos mucho, nos amábamos como nunca antes lo habíamos hecho, era una relación envidiada a los ojos de los demás. La ternura, comprensión, amor, sinceridad se apoderaba de nosotros cada día, hasta el viernes pasado que tuvimos una pelea y dejó de hablarme, no entiende que lo hago por el bien de los dos, ella sabe que nunca haría algo para perjudicarla, que velo por ella todos los días, que mis ojos son ella, pero ¿porque es así?
¿Por qué no escucha razones? ¿Por qué me dejas con este dolor siempre? ¿Sabes que muero de apoco? ¿Sabes que mi corazón se oprime cada vez que pienso en ti? ¿Que las lagrimas brotan como el agua en el océano?
No se que hacer si volver a planteártelo o sólo hacer vista gorda a esto.
Pero nos hemos acercado cada vez más… Fuiste la primera mujer en mi vida y eso te hace aun mas importante para mi, y eso también hace que el dolor sea aun mas grande, no se como describir lo que estoy sintiendo, solo se que ahora escribo con una angustia que me supera y con mis ojos llenos de lagrimas que no quiero dejar salir…
Te amo mucho más de lo que te llegarás a imaginar.
Por: Anonimo
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