Amor de Transferencia

Llevo varios años en terapia psicoanalítica, mismos que llevo "enamoradísima " de mi psicoanalista. Mis ganas de agradarle continúan después de tanto tiempo y, aunque he avanzado en algunos aspectos de mi vida, sigo aferradísima a lograr su amistad, su cariño, su amor. Es como quererlo para mí exclusivamente. Cada sesión trato de seducirlo como me mejor me sale, es decir, con el intelecto ya que él es un hombre inteligente y muy culto.
Muchas veces la sesión transcurre tocando temas que van desde la literatura, el cine, la política hasta bobadas de la internet. Sé lo que le interesa y siempre logro desviar la atención de mi problema, de mi vida , para hablar de lo que a él le interesa con el propósito de agradarle. Sí, si entiendo que eso no es lo que a mí más me conviene y además tengo suerte de que sea él un hombre íntegro. Me ha hecho ver en todas las ocasiones que debo resolver mi transferencia.

Yo no creo en la psicoterapia, no me cabe en la cabeza que diciéndole cuánto lo amo, exponiéndome á sentirme ridícula, rechazada y boba, yo logre la cura. Suena mágico y en todo caso imposible. Además soy muy narcisista, pero ¿quién no lo es?¿Qué por qué entonces acudo a terapia? No lo sé. Es como si fuera lo único que me quedara, aunque no crea, para no caer en el abismo. Suena incongruente ¿no? Saludos.


(Anónimo)