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Sunday, February 27, 2011

Es muy difícil aceptar que la persona amada se fue



Es muy difícil aceptar que la persona amada se fue



Hola. Después de tomarme el trabajo de leer todos los mensajes, solo quería contar mi historia pero “desde el otro lado”, desde el lado del hombre casado. Quizás sirva de algo, la mayoría de los comentarios dicen o concluyen en que el hombre es falso, mentiroso, que solo quiere divertirse o probar algo mas, algo nuevo y que no se jugaría por lo que “según el” es el amor de su vida, o la persona que le devolvió la ilusión.
Aunque muchos de los casos son similares, no todos actuamos, reaccionamos y enfrentamos las cosas de forma similar, por eso no quiero hablar ni opinar de ninguno ni dar consejos a nadie, ya que a la hora de empezar la relación (la mayoría) no pidió opinión, ni consejo. La única forma de salir, es la misma que se utilizo para entrar. Así que solo voy a contar lo que me toco vivir.

Fui una persona que siempre tuve bastante claro lo que quería, y también pensé que tenia todo lo que quería, creía que tenia todas las respuestas en el bolsillo, que para todas y cada una de las adversidades de la vida, yo tenia una solución y, obvio, saldría triunfante de todo.
Me case a los 22 años, tuve un noviazgo de un año y meses, era muy, muy feliz con ella, para todos y hasta para mi mismo era un noviazgo ideal, casi perfecto, prácticamente sin diferencias, como se diría: “sobre rieles”.
“Una pequeña fisura en un enorme tanque, ¿cuanta agua puede dejar salir?”En unas horas, poco y nada…al cabo de unos días, lo vacía.
¡No prestar atención a esa fisura fue el peor error que cometí en toda mi vida!
Siempre había un pequeño, pero presente vacío dentro de mí. Mi novia, ex mujer ahora, es hermosa, si hay mujeres lindas en el mundo, lo son las eslavas o descendientes de eslavos de Europa del este, delicadas, atentas, de finas facciones, la chica 10. Bueno, mi ex mujer es eso, así que como todo iba bien, tomamos la decisión de casarnos. Todo perfecto, la boda, la casa, el trabajo. Los chicos vendrían después.
Tres años antes de casarme, mi mejor amigo se caso, al volver de la luna de miel, en la casa, la mujer me muestra las fotos de la boda, y ahí veo por primera vez a la hermana de ella, la vi y pensé: “¡wow!”. Pero de ahí no pasó. Vivía en otro país, y sinceramente no pensé que podría llegar a haber algo entre los dos (aunque en ese entonces ambos éramos solteros).
Después de 6 meses de yo estar casado, esta chica viene a visitar a su hermana (la mujer de mi amigo). No recuerdo por qué motivo tuve a ir a la casa de el y fue ahí que la vi.
Hasta el día de hoy no puedo encontrar la forma de explicar lo que sentí al verla, una mezcla de nervios, ansias, palpitaciones… ¡el corazón de 50 pulsaciones por minuto pasó en un segundo a 120! fue instantáneo, para ambos (lo supe después). El mes que estuvo de visita, era cosa de ir casi todos los días a ver a mi amigo, cenas de parejas, salidas entre matrimonios, ya que, obviamente, ella también iba.
Hablamos, por supuesto, en forma ubicada, sin doble sentido y sin implicar nada mas, pero los dos sabíamos que algo había cambiado, no solo éramos buenos conocidos y con lazos de amistad de por medio. Algo había.
Ella volvió a su país, y cuando se fue, algo en mi también se fue, en el día pensaba en ella, cosas que antes no tenían importancia para mi, ahora me recordaban a ella, y me hacían pensar en ella.
Mi matrimonio ya no era el mismo. Siempre tuvimos una excelente relación con mi esposa, yo trataba de ser el marido”ideal” o al menos lo mas aproximado, y ella también, pero después de conocer a esta chica el vacío que siempre tuve dentro se fue acentuando cada día mas… y mas.
A los dos años tomamos la decisión de tener nuestro primer hijo. En realidad fue mas decisión de mi esposa que mía, hubo mucha presión de su parte, el entorno; amigas que estaban embarazadas, primas que también lo estaban, por sobre todo su mejor amiga (que con el tiempo no resulto ser otra que la esposa de mi mejor amigo) también estaba embarazada.
El tema es que su hermana iba a venir a ayudarla en los primeros meses post parto.
A partir del momento que lo supe otra vez todo el torbellinos de emociones y sensaciones se vinieron encima de nuevo ¡de nuevo la iba a ver!
Ella vino, y las cosas se dieron tan naturalmente que no se podía creer. Primero una llamada para ver como estaba el embarazo de mi esposa, luego una visita a casa y de a poco nos dimos cuenta que estábamos enamorados los dos.
yo quería a mi esposa, pero no la amaba, me sentía muy, muy bien con ella, había de mi parte cariño afecto y preocupación hacia ella, me sentía bien, pero no completo, trataba de hacer todo lo que la hiciera feliz, pero por ella, no por mi, creo que si la hubiese amado, jamás hubiese mirado a otra persona.
Esta chica vino y decidió quedarse en Bs As (Argentina), trabajar y hacer su vida acá. Empezamos a mandarnos mails, después mensajes, después comencé a llamarla por teléfono, pero solo como amigos.
Hasta que me dijo que extrañaba su casa y sus padres y que iba a volver. Le dije que necesitaba hablar con ella antes, pero en forma personal. Así que nos vimos en un café y le dije lo que me pasaba. Era obvio que no solo a mi me pasaba, pero ninguno de los dos hasta el momento había tenido el coraje de decirlo. Me dijo que a ella le pasaba lo mismo y que ese era el verdadero motivo por el cual se quería ir. La tome de la mano y le pedí que no lo hiciera, me acerque y le di un beso.
Les puedo asegurar que van a pasar los años, fechas, detalles, lugares, cosas importantes se van a ir de mi mente y recuerdo, pero ese día, ese café, ese aroma en el ambiente… su ropa, su perfume, sus ojos y por sobre todo ese beso… quedaron impresos a fuego en mi corazón y mente.
Se quedo. Comenzamos a vernos, a salir y después de algún tiempo tuvimos intimidad por primera vez. De nuevo no sabría como explicar lo que sentí ese día, lo que si se decir, y no se como, pero a partir de ese día el vacío que me acompaño por años, que me ahogaba y no me dejaba ser feliz ¡por primera vez ya no estaba! ¡Me sentí completo!, lleno en todo sentido, ¡mas vivo que nunca!
Me despertaba pensando en ella (aun lo hago) viajaba pensando en ella, comía, trabajaba, dormía pensando en ella y quería gritar a los cuatro vientos su nombre. Por la calle veía otras mujeres y no existían a su lado. No había cosa en este mundo que no me dijera de ella. Todo, todo, todo me hablaba de ella.
Verla y estar con ella, tan solo verla, y poder sentir su cuerpo, abrazarla y sentir su cabellos entre mis manos era como aquel que se esta ahogando en un mar tormentoso y por momentos logra subir a la superficie para tomar una bocanada de aire. Eso era para mi el verla, abrazarla y sentirla. Ese aire que me mantenía vivo.
Siempre creí en Dios, me crié en una formación religiosa protestante, y siempre pensé que las cosas difíciles les pasaban a otros, que las decisiones dolorosas eran para los demás, que Dios no podía hacerme pasar por el dolor a mi, porque no lo merecía. Pero me equivoqué. Lo que tantas veces vi, escuche de otros y hasta aconsejé, me toco vivir a mi… y no estaba preparado, no tenia esa respuesta en mi bolsillo, no para esa situación. Y nunca lo acepté.
Me sentía culpable, el peor… por amar a alguien que llego a mi vida tarde, por no serle sincero a la mujer que tenia a mi lado, que si me amaba, que se dio por completo a mi, que nunca me dio motivos para hacerle algo así, ni por venganza o reproche.
Pero por sobre todo tenia mucha bronca con Dios por permitir que las cosas se dieran así, por no hacer algo para que sea de otra manera, llegue a odiarlo. Si existía, yo lo odiaba.
La familia de esta chica, como toda familia que viene de Europa del Este, es muy conservadora y tradicionalista. Las costumbres para ellos son poco menos que sagradas (si alguien es hijo o descendientes de ucranianos, sabe de lo que les hablo). Su papá sufría del corazón y como todo hijo de europeo del este era en exceso conservador, si se llegaba a enterar que su hija, la menor, estaba enamorada de un hombre casado, le estallaba el corazón en ese mismo instante.
Me pasaba las noches sin saber que hacer, hacia donde correr… hasta que hable con alguien que me hizo dar cuenta que tenia que tomar una decisión. Si yo decidía seguir, ella iba a perder a su padre, sin duda, y además era llevarla al rechazo absoluto de su familia, y eso, no es poco. A la larga no lo es… por otro lado mi hijo, recién nacido, no tenia la culpa de mi error, de no haber prestado mas atención a esa “fisura” antes de casarme, y además mi esposa no merecía lo que le estaba haciendo vivir.
Pero por sobre todo pensé en “ella”, que era lo mejor, que conmigo no tendría futuro, ni le quedaría familia, así que terminamos. Ella llorando me pedía que no la deje, que me quería y yo también llorando le dije que no encontraba la forma de seguir sin hacer mas daño del que ya había hecho… que no le encontraba la vuelta a la situación, que era lo mejor para ella, que aunque ahora no lo entendía ni lo creía, e tiempo me iba a dar la razón.
Se fue, y a partir de ese día comencé a morir de a poco, ya no vivía, solo duraba. Cada vez me secaba un poco mas por dentro, nada tenia sentido, no había cosa en el mundo que me levantara el animo ni despertara en mi interés alguno. Nada.
Pasaron tres años desde que se fue, pensaba solo en ella, había hecho lo posible por retomar el contacto pero nada y llegue al limite, explote. La decisión que yo había tomado la hice pensando en los demás, y no en mi. Me dolía horrores por mi hijo, porque lo amo, pero no podía mas.esos tres años fueron casi los peores (después explico por qué). Mi matrimonio para los demás era normal pero de las puertas hacia dentro era un infierno… mi esposa no me perdonaba mi infidelidad y yo no podía olvidar ni sacarme de la cabeza y el corazón a “ella”. Hasta que se llego a un limite, nos separamos. Mi esposa se fue a vivir con sus padres y yo quede acá.
Trate de contactarme de nuevo con esta chica, aunque mi relación con su hermana no era la misma y la verdad había quedado mal, le conté lo que me pasaba y le dije que necesitaba hablar con ella. Me dio su número y pudimos hablar por teléfono. El día que la llame pensé que me moría de un infarto, me contó que estaba de novia y que en dos meses mas se casaba.
Si alguna vez algo me dolió, algo me lastimo, fue escuchar eso. No podía pretender que no reconstruyera su vida, que siguiera adelante, pero tampoco estaba preparado para oírlo.
Entre lagrimas le dije que me perdone por la decisión que había tomado, que estaba arrepentido, que no supe manejar la situación y que pensé que era lo mejor para ella, pero que me había equivocado, que desde que se fue no podía vivir, que hice lo imposible por volver a contactarla en esos tres años, pero que no pude, y fue así, que la seguía amando, tanto o mas que antes. Y me dijo que ella también me amaba, pero que había tomado una decisión, que su novio era una buena persona, que la había ayudado a salir de la depresión en la que entro por mi culpa, y que le estaba infinitamente agradecida por eso. En ese momento no quise decirle nada con respecto a eso, ¡pero sabia que estaba por cometer un error! lo que sentía por el era mas agradecimiento por ayudarla, que amor. Yo sabia lo que era tomar esa decisión inseguro.
así que viaje a verla, tenia que hacer algo, no podía no hacerlo, necesitaba que me diera otra oportunidad, que no importaba lo que dijesen o pasase, si había amor, sin duda, lo demás tenia solución, y si no la había, la inventariamos.
Pero no fue así, ella no quiso verme, me pidió que por favor respetara su decisión que amaba a su novio y que ya no sentía nada por mi, sabia que no era verdad, una semana antes me dijo llorando que me amaba, y ahora eso. Pero no quise presionarla, no tenia derecho, así que volví.
Y a partir de ahí comienzo lo peor, el no tener ganas de vivir. Hace un año se caso, su hermana me dijo que se los ve bien, además hace poco me entere que esta embarazada.
Hasta ese momento tenia la esperanza de que algún día la volviese a ver y el mirarnos, hablar, permitiría un milagro, algo, pero cuando supe del embarazo todo, todo se derrumbó.
Quizás suene ridículo, sin sentido, pero jamás pensé que las ganas de vivir se irían con ella, que su “no”, me tirara por el suelo sin ánimos de levantarme. Entré en depresión, ya no tengo amigos y mucho menos autoestima.
Y aunque me lastimo muchísimo su decisión y su actitud, después me entere por su hermana que me seguía amando en verdad, y para colmo no solo eso, sino que me esperó. Me espero casi tres años, siempre le preguntaba a la hermana como estaba yo, mi matrimonio, como se me veía. Y, claro, la mascara que yo llevaba decía que todo estaba bien, que todo estaba superado, pero no era así. Ella le decía a su hermana: yo sé que él me ama a mi.
Pero por como se me veía, tomó la decisión de apostar a su noviazgo, y superar lo que sentía por mi. Llegue 2 meses tarde, 2 meses. Ella no podía volver a confiar en mi, se sintió usada, descartada. Por eso cuando le pedí otra oportunidad dijo: no. me amaba, pero aunque le dolía en el alma, no podía volver a confiar. Además, lo que tenia era algo estable, algo seguro, algo correcto, normal. Pero se, porque ella misma me lo dijo, que no es lo mismo y algo, no se que, ni como explicarlo, pero algo me dice que a pesar de que aparentemente todo esta bien, todavía me quiere. No se cuanto ni como pero algo me dice que es así. Por eso algo dentro me dice que la espere, que la vida da revanchas, que cada paso en la vida es otra oportunidad de alcanzar lo que ayer se nos fue de las manos. Por otro lado pienso que ya no me ama, que no tiene sentido esperar a un incierto, una ilusión.
Por eso dije antes que esos tres años fueron casi los peores de mi vida, porque desde que la perdí, perdí las pocas ganas y fuerzas de vivir.
Terminando, no todos los casos son iguales. No todos los hombres piensan y actúan de la misma manera y por las mismas razones o motivos, tampoco las mujeres. Algunos solo se dejan llevar sin medir las consecuencias. A otros, como yo, las cosas les suceden fuera de tiempo y eso, no nos deja opción, opción de elegir con tranquilidad, con libertad lo que queremos, lo que amamos, porque el elegirlo, a veces trae dolor.
Por momentos lo único que quiero es volver el tiempo y esperarla a ella, el tiempo que sea necesario, sabiendo que voy a poder estar a su lado, pero bien, sin herir ni ser herido. Pero pensar en lo que no fue, es tener mil pasados sin ningún futuro.
Hay cosas, preguntas que nunca van a tener respuesta, cosas que nunca voy a entender, ¿si Dios existe por qué lo permitió?, ¿por qué así? si es que hay alguien al control de todas las cosas, ¿por qué permite lo que permite? nadie quiere sufrir, el dolor es amargo, el vacío del ser que una ama duele, desespera. es la angustia de saber que está, pero no podes llegar a ella, está pero no, el dolor del rechazo, del saber que la persona que vos añoras, amas, esa oportunidad, otro la supo aprovechar, quizás valorar y cuidar y hoy lo tiene. Ese vacío en el estomago y que a la vez te aprieta el pecho. Lloras y después que te desahogas el vacío no se va…sigue ahí.
No se que tiene la vida, el destino, Dios, para mi. Ruego que como sea y aunque tenga que esperarla por años, sea con ella. La verdad no lo sé, pero si se que espero que este desierto acabe pronto.
A veces lo hablo y quisiera que alguien me dijera: no te preocupes, va a volver con vos, ya vas a ver. Que alguien me diga; esta tomando la decisión, no desesperes. El tema es que hasta que no lo vives no tienes idea de lo que es.
Porque es muy difícil aceptar que la persona amada… se fue.


(Anónimo)

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