Amar demasiado
Hola. Necesito una opinión, o que me digan si estoy equivocada en cómo me planteo la vida.
De niña crecí muy solitaria, viendo telenovelas rosas y leyendo libros. Me amargaba ver a los protagonistas perdidamente enamorados y sufriendo por no confesarse sus sentimientos, o por no tener la valentía para enfrentar al mundo con la verdad de su amor por delante.
Inconscientemente me prometí que nunca callaría mis sentimientos, que sería honesta, y que sería una mujer casta, mujer de un solo hombre, que llegaría virgen al matrimonio y otras cosas así. Sin embargo, mis historias preferidas eran aquellas que tenían por heroínas a mujeres fuertes y valerosas, pioneras, transgresoras, mujeres que no se amilanaban ante las peores desgracias, que superaban guerras, que eran capaces de cualquier cosa por proteger a los suyos, mujeres que amaban mucho, mujeres que se enamoraban más de una vez, que tenían amantes, que se enamoraban de hombres menores, de distinta raza o clase social, mujeres que defendían su amor…. en fin, mujeres muy valientes.
Pasando los años, la vida no se me dio como yo la soñaba. Mi sueño era terminar una carrera profesional y casarme y tener mi primer hijo antes de los 25 años, pero no fue así. Conocí a mi segundo pololo, el hombre a quien más amé (y quien más me amó) a los 22, soñamos un futuro juntos, yo me las jugué pero él no tuvo la valentía ni el amor para hacer lo mismo.
Volví a enamorarme a los 27 pero tampoco resultó y fui cruelmente engañada. Pasando el tiempo me resigné a mi soledad (hoy tengo 32), y pese a lo que soñaba para mí misma, me fui convirtiendo en lo que admiraba pero que no quería para mí: mujer independiente, solitaria, amante, seductora, transgresora… siento que nací para ser mujer de un solo hombre, pero la vida me ha llevado por otros caminos. Fui hecha para amar con todo mi ser, pero hoy prefiero mi soledad a ser un juguete, siento que los hombres me miran como mujer deseable, pero no como compañera para toda una vida. Como a cualquier mujer que vive sola me cuelgan un lote de amantes imaginarios, pero yo prefiero estar sola, aunque me ahogo con todo este cariño que tengo para dar y que pareciera que nadie quisiera.
Amar a dos… no, no soy una fresca, es solo que amo demasiado. Aún amo al chico que amé a los 22 -Ernesto-, y el que amé a los 27 -Daniel-, aún me duelen sus mentiras, pero si lo viera y me sonriera, también me movería el piso. Quiero al tipo casado que me consoló cuando perdí a Ernesto, y hoy me duele que un chiquillo menor con el que salí un par de meses me haya anunciado que no nos volveremos a ver. Con distintas intensidades, los quiero a los cuatro. Excepto Ernesto, nadie me amó como yo los amé. Pero si cualquiera de ellos me amara, yo no vería a nadie más.
No soy una fresca. Quiero amar a uno solo. Pero necesito a un hombre que quiera amarme solo a mí.
¿Estoy equivocada? ¿Es que acaso debo amar menos? ¿O tal vez alcanzaré la paz y la felicidad al lado de alguien que me quiera aunque yo no le corresponda completamente? ¿Es que acaso me entrego demasiado?
Me gustaría saber si alguien se ha sentido como yo y saber cómo lo resolvió. Dicen que no hay amores imposibles sino amantes cobardes. Yo siempre me las he jugado, pero para amar hacen falta dos…. y es eso lo que siempre me ha fallado. Denme su opinión porfis….
(Anónimo)
0 Comments:
Post a Comment