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Wednesday, March 16, 2011

Amores que son ilusiones y promesas que no son verdad


Amores que son ilusiones y promesas que no son verdad



Las historias de amor tienen finales felices ¿o no? pero bueno en si la mía no tiene final, es algo así como que un raro pero difícil inicio. La verdad no se como paso ni por que, en verdad no se si dar todo por terminado o empezar de nuevo pero creo que es realmente necesario que las cosas se aclaren, porque de otra manera yo saldré perdiendo la razón y eso en verdad no me gustaría que pasara porque si pasa no tendré las fuerzas suficientes para empezar de nuevo.

Bueno, les resumiré mi primera experiencia.

Soy Alejandra. Yo tenia siete años cuando conocí a un chico que movió mi corazón y me hizo sentir esas mariposas en el estomago. El se llama Ángel, el chiste es que no lo pude olvidar hasta hace apenas medio año o menos. Ángel me hizo llorar con sus despechos y con su indiferencia pero finalmente todo eso paso.

Y es aquí donde empieza mi pequeña historia. Voy en tercer semestre del bachillerato, pero al inicio del segundo semestre varios del turno vespertino se cambiaron de turno entre ellos una chica que ahora es amiga mía. Bien, el punto es que también de la tarde se pasaron como otros cinco niños que también son o fueron amigos míos. Dos de ellos no le hablaban a los otros tres, pero yo a todos los quería. Del grupo de tres amigos me gustaba uno, pero eso se paso tan rápido como un suspiro, del otro me enamore y en si fue por este que les hablaba a los otros dos. El punto es que finalmente el tipo fue una historia tonta y se paso rápido. Yo seguía pesando en Ángel, viviendo por, para y sin Ángel.

Entonces apareció el en mi vida “el Naranjo” era un chico que inmediatamente que llego les gusto a varias chicas por su aire de seguridad y por su falsa pero aparente confianza en si mismo. A mí desde el primer momento me pareció un tipo engreído, presumido, descortés, tonto y arrogante, un tipo del que nunca me enamoraría, mi concepto de príncipe azul aparentemente aun no estaba bien definido. El chiste es que le hable porque en si a mi me interesaba su amigo y fue cuando mi concepto de el cambio totalmente. De detrás de ese tipo descubrí a un niño realmente tierno, chistoso, carismático, agradable, capaz de entrar en la categoría de amigo, si se hubiera quedado ahí todo hubiera estado realmente bien pero no, me tenia que enamorar de el y para que, no lo se, solo se que a su lado Ángel ya no me importaba tanto pero seguía siendo un recuerdo. Naranjo me regreso la fe en el amor, en los finales felices, en los cuentos de hadas y la fe en que todavía existían los amores de verdad y los príncipes azules aunque el sea un príncipe gris. Me devolvió la sonrisa, me devolvió el brillo en la mirada, y lentamente casi sin darme cuenta me fue encantando con su sonrisa y con su infantil mirada.

En los salones de clase nos sentábamos siempre juntos, los lugares de los otros eran opcionales pero el mío y el suyo estaban bien definidos, el uno al lado de otro; el siempre me molestaba y buscaba cosas divertidas para hacerme reír, el me dio con fianza en los colores quitándome la fobia que tenia, el me decía sonza y yo le decía tonto. yo le puse su apodo de “el Naranjo”, el no me puso el mío pero el siempre me molestaba con respecto a el, el era siempre así conmigo, y en el rápido transcurso de ese semestre lo fui conociendo y mi concepto fue tan lindo, creí que podría haber algo pero nunca hubo nada interesante. El era mi razón de despertar, cuando llegaba a la escuela solo esperaba verlo a el, cuando estaba en clases solo quería estar a su lado, cuando no teníamos nada que hacer solo quería platicar con el sobre varios de esos asuntos, y lo descubrí, encontré su alma, encontré su ser, encontré su esencia, y lentamente Ángel fue perdiendo su sentido para mi. Cuando había trabajos en equipo el era mi equipo, yo solo buscaba estar a su lado aunque el siempre era así con todas a mi me parecía que solo conmigo se comportaba de es a forma tan especial, a mi me parecía que el podría enamorarse de mi.

Pero llego el día en que tuvimos que separarnos. El se fue para un grupo y yo para otro totalmente distinto. Tiempo antes de esto habíamos jurado que si nos tocaba en grupos distintos nos íbamos a seguir hablando pasara lo que pasara, ¿saben como me dolió cuando dejo de hacerlo? me sentí mal, saber que cada risa había sido falsa, saber que todo había sido una mentira y no poder soportarla, yo casi moría de dolor pero a el no le importaba o al menos así parecía.

Un día trate de decirle que me había enamorado de el sin pretender nada pero el me fue dando largas hasta que me entere que tenia novia, pues bien poco después termino con ella y empezó con otra y paso otra; yo no aguante esa situación pero lo quería. Un día que lo vi el estaba llorando, pues ahí voy yo a preguntarle que le pasaba, a tratar de consolarlo y a decirle que siempre iba a estar a su lado, no se que paso pero el me dejo de hablar. Al principio yo me negaba a que el me dejara de hablar pero me di cuenta de que no podía aferrarme a eso, yo sabia que eso debía olvidarse porque el así lo quería y yo no podía obligarlo a lo contrario.

Yo creo que ya es demasiado obvio que me gusta y que lo quiero mucho pero el no se había dado cuenta, ahora ya lo sabe gracias a unos amigos míos. Al principio me puse furiosa porque ellos no tenían derecho de habérselo dicho pero después me di cuenta de que era lo mejor, de que tarde o temprano iba a pasar, y le deje de hablar, ya ni siquiera lo buscaba y mucho menos le hablaba, fingía que lo había olvidado pero no, y apenas el me hablo solo para saludarme y me sonríe, yo, la verdad, no se que hacer porque lo quiero pero no quiero que solo juegue conmigo.

Y es que la verdad su sola presencia paraliza mis ideas y no me deja reaccionar de la forma que quiero hacerlo aunque delante de el domino muy bien esos impulsos. No se que hacer, por favor ayúdenme, mándenme un consejo.

(Anónimo)

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