Los caminos diferentes del destino
Hola. Me llamo Blanca y ésta es mi historia.
Cuando tenía 11, me enamoré por primera vez del chavito más dulce y tierno. Bueno, ya se imaginarán, ¿no? Un amor inocente, que no conoce maldad, que es pura inocencia. Tal vez pensarán que a los 11 no se puede enamorar nadie pero déjenme decirles que están equivocados.
Él se llama Juan Antonio y desde el momento que me dio mi primer beso supe que él sería el amor de mi vida. Tiene unos ojos hermosos y el tiempo que pase a su lado fue maravilloso, fueron los momentos más hermosos de mi vida.
Por causas del destino, tuvimos que separarnos y yo no pude ni despedirme de él. Todo paso muy rápido. Me fui para los Estados Unidos, pero no podía dejar de pensar en él. Traté de llamarle tantas veces y nunca respondió mis llamadas me sentía tan mal, lo extrañaba cada vez más y lo único que quería era saber si estaba bien y escuchar su voz decirle que lo amaba.
Pasó el tiempo y yo empecé a salir con alguien y ese fue el peor error de mi vida. Estuve en esa relación por casi 5 años y fue una relación llena de abusos, maltratos y demás. Nunca dejé de amarlo, siempre pensaba en el. Hasta que un día me avisaron que él también venia para acá y en ese momento mi vida se ilumino. Ya lo iba a tener más cerca a tan solo 7 horas de distancia, pero él estaba lleno de rencor hacia mí y se negó a hablarme por casi 2 años hasta que un día, por fin, me llamó, pero él ya no era el mismo chavito dulce y tierno que yo conocí en México. Había cambiado mucho y yo también cambie.
Atravesé por muchas desgracias en mi vida y la verdad es que me sentía deprimida sin ganas de vivir, trataba de estar todo el tiempo en fiestas para no pensar y mi amor por él crecía cada vez más. Lo vi un par de veces y también hablamos por teléfono, pero en una de mis noches locas salí embarazada de un amigo y fue ahí cuando él se acerco más a mí.
Me dijo que era uno entre otros solteros más y me llamaba casi todos los días y yo me sentía morir porque yo no sabía cómo decirle que estaba embarazada de otro, hasta que él mismo lo adivino y se portó de lo más lindo conmigo. Me dijo que no me sintiera mal, que él me apoyaba, que iba a estar pendiente de mi embarazo y que me quería mucho y así fue siempre me llamaba para preguntar cómo estaba y cuando nacía mi bebé.
Yo siempre le dije que lo amo y que daría la mitad de mi vida por estar junto a él otra vez, pero el destino nos ha llevado por caminos muy diferentes y ahora cada quien tiene su vida y por más que lo ame no puedo estar con él nunca más. Ahora yo estoy a punto de casarme y él tiene una novia de la que está enamorado como un loco. Y yo me voy a morir amándolo como una loca, estando con mi esposo pero amando a otro con todas las fuerzas de mi alma y de mi corazón.
(Anónimo)
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