Pesadilla de amor

Pasiva y silenciosa,
la tarde ya agoniza...
mientras la noche,
oscura y fría,cabalga
despiadada hacia su reino,
trayéndome el dolor de tu partida;
¡ y no quiero pensar en ti !
tu recuerdo me hiere,
me mata,me lastima...mas,
la noche poderosa
me exige recordarte,
y en sueños te recrea,
y vuelves poco a poco
a ser la dueña de mi mente,
la dueña de mi vida...
la dueña de mi amor.
Y soñando te miro
correr bajo la lluvia,
con tu carita mojada
y tu sonrisa casual,
con las ropas adheridas
a tu divina figura;
con el cabello empapado,
con tu mirada vivaz...
y vuelvo a creer que vives,
y corro en pos de ti...
con las manos muy abiertas,
con los brazos extendidos,
buscando alcanzar la vida
que se me fue con la tuya.
Y la noche,oscura y cruel,
sedienta de mi dolor
me deja llegar a ti,
y la vida...ya perdida...
al abrazarte regresa;
mi corazón palpitante
ya rebosa su alegría,
y mis manos que ayunaron
la calidez de tu piel,
en una caricia larga
se han fundido con tu carne,
resorriendo palmo a palmo
el territorio añorado
de tu cuerpo virginal...
y corro bajo la lluvia,
le grito al viento y al mundo
que te amo con la vida...
entonces te desvanaces
y vuelvo a la realidad,
a la noche oscura y cruel
que te arrancó de mi vida,
sin dejarme recibir
de tu partida el adiós.
Y entre el dolor y la angustia
la noche se va marchando,
dejando el espacio libre
a la luz del nuevo día,
y cabizbajo y sombrío
levanto mi cansado cuerpo
¡que ya no quiere vivir!
y con pasos temblorosos
voy recibiendo y cargando,
el dolor inaguantable
de vivir un nuevo día.

(Jose J. Bonilla 6.*)