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Monday, March 14, 2011

Una deuda pagada, trae felicidad si se la desea


Una deuda pagada, trae felicidad si se la desea



Respondo al apodo o nick de Juamber, soy de Argentina y tengo 21 años. Tengo el deseo de que mi historia pueda ser conocida por todos a los que les interese.
Soy un joven de oriundo de una familia de clase media, y creo ser, o por lo menos intento ser, buena persona, amigable, abierto, apenas observador y de querer rápido. Hasta aquí llegó mi presentación. Ahora la historia.

Se puede decir que repito lo que muchos escribieron acá pero por causas de la naturaleza así me sucedieron.

Todo empieza cuando empiezo el primer año del colegio al que me habían trasladado, en el cual terminaría mis estudios secundarios.

Yo creía que los ángeles habitaban en el cielo, pero me di cuenta que algo allí había pasado porque compartía las clases con uno muy bello.

Con el transcurso del tiempo, apenas unas semanas, me fui sintiendo atraído por tal belleza, y que estando con ella sabia que podría tocar el cielo con las manos. Como era y sigo siendo tímido y además que no estaba preparado para una relación, era muy chico, apenas tenia 12 o 13 años en ese entonces.

Para esto que sentía no lo guardaba, sino que un compañero y amigo que vivía cerca de mi casa y nos íbamos juntos cuando salíamos era el receptor de mis sentimientos hacia esa hermosa compañera de la que me llegue a enamorar…

Pero como en todo lo bueno siempre hay algo malo, había algo que nunca sospeche y no me imagine.

Entonces, un día a mitad del año, ¡casi me muero! Me entere de algo que hizo que me paralizara por completo. ¡Que a él también le gustaba esa compañera! ¡Increíble! Y yo contándole casi todo el año a él sobre lo que sentía yo. Fui un estúpido. Un inocente, pero estúpido. Así por lo menos me sentía yo.

Durante algunos días de angustias y pensares, intentaba poder encontrar la manera de como recompensarle tanto daño. Pero aunque él me dijera no haberse enojado o molestado, que estaba todo bien, yo no sentía lo mismo. Sentía que me había mandado el error más grande de mi vida.

Un día, algo por mi mente se me cruzó. Dolía mucho, pero sé que era lo mejor para él y para mí. Eso significó desistir de la lucha por estar con ella para darle lugar a él y poco tiempo después empezaron una relación que duro mas de 3 años. Increíble. Yo dolido, pero feliz porque él logró lo que quería.

Yo con el tiempo no se me dio nada. Pasé por amores pasajeros y demás a las cuales ni siquiera me dijeron que sí cuando les preguntaba si querían salir conmigo.

El tiempo y la vida me enseñaron y aprendí que hay que darle tiempo al tiempo, hoy no tengo a nadie metido en mi corazón ni en mi cabeza.

(Anónimo)

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